Los acordes son la base de la mayor parte de la música que escuchamos hoy en día. Pueden transmitir emociones específicas, dar una sensación de estructura o dirección a una pieza musical, o simplemente darle color a una melodía. Sin embargo, como la mayoría de las cosas en la música, esto depende en gran medida del contexto. En otras palabras, el efecto que tiene un acorde concreto dentro de una canción depende más de lo que ocurre antes y después de ese acorde, y no tanto del acorde en sí. Nos referimos a dicho contexto como una progresión de acordes, que es el tema principal de este artículo. Al final de este artículo, aprenderás con más detalle qué son las progresiones de acordes, consejos para tocarlas, leerlas y aprenderlas en el piano, progresiones de acordes comunes y mucho más. Así que, sin más preámbulos, ¡comencemos!
¿Qué son las progresiones de acordes?
Antes de continuar, recordemos que un acorde es simplemente un conjunto de notas – normalmente entre 3 y 5 – que, cuando se tocan simultáneamente, actúan como una unidad armónica. Por ejemplo, las notas C, E y G forman juntas el acorde de Do mayor.
Sin embargo, si te sientes un poco oxidado con los acordes de piano, no dudes en leer ese artículo primero, y luego vuelve a éste a por más.
Para empezar, podemos definir una progresión de acordes (también llamada progresión armónica) como una secuencia de acordes ordenados uno detrás de otro. Nota que el orden es importante aquí ya que, como se ha dicho antes, el efecto que puede tener un acorde depende en gran medida de lo que ocurra antes y después de que aparezca. Considera, por ejemplo, la siguiente progresión de acordes
Aquí tenemos una progresión formada por cuatro acordes, Do mayor (C), Fa mayor (F), Sol mayor (G) y, nuevamente, Do mayor (C). Hay algunas cosas que vale la pena mencionar:
- Una progresión de acordes puede tener repeticiones de acordes o no tener ninguna repetición; en este caso, el acorde repetido es Do mayor (C).
- Las progresiones de acordes suelen estar en una tonalidad específica. En este caso, la progresión está en la tonalidad de Do mayor (C).
- Como pronto podrás comprobar, la cantidad de acordes de una progresión armónica puede variar mucho, pero suelen tener entre cuatro y ocho acordes.
- Las progresiones de acordes suelen tener un claro sentido de la dirección (de ahí la palabra progresión). Más precisamente, podemos pensar en las progresiones como una interacción entre momentos de relajaación y tensión ¡Toca e intenta prestar atención a la cantidad de tensión y relajación que aporta cada acorde!
¿Cómo funcionan las progresiones de acordes?
Como se mencionó anteriormente, las progresiones pueden describirse como una interacción entre liberación y tensión. En el ejemplo anterior, la sensación de liberación la proporciona el acorde de Do mayor (C), la sensación de tensión la proporciona el acorde de Sol mayor (G), mientras que el acorde de Fa mayor (F) actúa simplemente como acorde de transición entre Do mayor (C) y Sol mayor (G).
¿Cómo funcionan las progresiones? Bueno, aunque una explicación en profundidad está mucho más allá del alcance de este artículo, echemos un vistazo a algunos de los conceptos clave. Considera los dos ejemplos siguientes:
Todas las tríadas disponibles en Do mayor (C)
Todas las tríadas disponibles en Sol mayor (G)
Arriba están todas las tríadas disponibles en las tonalidades de Do mayor (C) y Sol mayor (C), respectivamente. Observa que, aunque los nombres de los acordes que aparecen en la parte inferior de cada gráfico son diferentes para cada tonalidad, las etiquetas que aparecen en la parte superior son las mismas: El primer acorde en ambas tonalidades es I, el segundo ii el tercero iii, etc. Estas etiquetas, que son números romanos, son una forma alternativa y cómoda de anotar acordes, porque nos indican cómo éstos se relacionan entre sí, independientemente de la tonalidad en la que se encuentre la progresión. Antes de profundizar, aquí tienes algunas de las cosas más importantes que debes tener en cuenta sobre la notación con números romanos:
- Los acordes mayores y menores se diferencian por las mayúsculas. En otras palabras, los acordes mayores se escriben con números romanos en mayúsculas, mientras que los acordes menores se escriben con números romanos en minúsculas. Por ejemplo, en la tonalidad de Do mayor (C), el acorde de Re menor (Dm) se etiqueta como ii, lo que significa que es el segundo acorde de la tonalidad, y es menor.
- Los acordes disminuidos se etiquetan en minúsculas, pero tienen un círculo adicional en la parte superior, para diferenciarlos de las tríadas menores. Por ejemplo, el acorde disminuido de Fa sostenido (Fº) en la tonalidad de Sol mayor (G) está etiquetado como viiº, lo que significa que es el séptimo acorde de la tonalidad, y es disminuido.
- En ejemplos posteriores encontraremos que algunos acordes se etiquetan con un signo bemol antes del número romano (por ejemplo, bVI). Esto nos dice esencialmente que la tónica del acorde está a medio paso o a un semitono, por debajo en relación a como estaría en una tonalidad mayor. Veamos el siguiente ejemplo:
Todas las tríadas disponibles en La menor (Am) armónica escala de piano
En la tonalidad de La menor (Am), el Fa mayor (F) se anotaría como bVI (Fb). Esto se debe a que, en La mayor (A), el sexto acorde sería Fa# menos (etiquetado como vi), por lo que bVI nos dice que Fa mayor (F) es un acorde mayor, y su tónica está medio paso (o un semitono) por debajo de lo que estaría en una tonalidad mayor.
Aunque la notación con números romanos puede parecer difícil o confusa al principio, es una herramienta extremadamente útil y te permitirá reconocer más fácilmente y comprender mejor las progresiones de acordes de piano, ¡independientemente de la tonalidad en la que se encuentren!
Ahora, volviendo al tema de la tensión y la relajación, profundicemos un poco más. En la mayor parte de la música occidental, concretamente en la música tonal, los acordes pueden desempeñar uno de estos tres papeles: tónico, sub-dominante o dominante.
- Tónicas: Los acordes tónicos son los que proporcionan una sensación de relajación o cierre. Suelen colocarse al principio y/o al final de las progresiones armónicas.
- Dominantes: Los acordes dominantes son aquellos que proporcionan una sensación de tensión o inquietud. A menudo se utilizan como clímax de una frase musical.
- Sub-dominante: los acordes sub-dominantes juegan un papel de transición entre los acordes de tónica y dominante.
Para que todo sea menos abstracto, aquí tienes una hoja de trucos para las tonalidades mayores y menores:
Como puedes ver, cada acorde está anotado en números romanos para mostrar que estas reglas se aplican independientemente de la tonalidad en la que nos encontremos. Para cada rol o función (es decir, tónica, sub-dominante o dominante) hay de dos a tres opciones, por orden de preferencia. Por ejemplo, en una tonalidad mayor I es una tónica más fuerte que vi, y vi es una tónica más fuerte que iii.
Ahora bien, si esto te sigue pareciendo demasiado abstracto o complejo, ¡no te preocupes! Pronto podrás utilizarlo para crear tus propias progresiones de acordes y, con el tiempo, ¡tus propias canciones!
Consejos para tocar progresiones de acordes en el piano:
Para acostumbrarte rápidamente a tocar progresiones de acordes en el piano, te recomendamos los siguientes pasos:
- Decide en qué tonalidad quieres tocar la progresión de acordes.
- Identifica las notas de cada acorde de la progresión, incluida su tónica o fundamental.
A la tónica la tocará la mano izquierda, para asegurar que sea la nota más grave del acorde. - Elige una digitación cómoda para cada acorde y, opcionalmente, intenta minimizar la cantidad de movimiento entre los cambios de acorde. Esto facilitará la ejecución y también hará que la progresión de acordes suene más fluida y suave.
- Tócala de principio a fin, primero a un tempo muy lento y luego al tempo que desees.
Ahora prueba estos pasos con la siguiente progresión, anotada en números romanos:
I-iii-vi-V-I
Aquí tienes la misma progresión en tres tonalidades diferentes:
Progresión de acordes I-iii-vi-V-I en Do mayor
Progresión de acordes I-iii-vi-V-I en Re mayor
Progresión de acordes I-iii-vi-V-I en clave de Fa mayor
Observa que éstas son sólo algunas de las muchas versiones posibles de estas progresiones. Podrías haber elegido un registro diferente para cada acorde, ¡pero la progresión en sí sigue siendo la misma!
Progresiones de acordes comunes
Ahora es el momento de ver algunas de las progresiones de acordes más comunes, que puedes incorporar a tu práctica diaria del piano.
Progresión de acordes I-IV-V
Progresión de acordes I-V-vi-IV
Progresión de acordes ii-V-I
Progresión vi-IV-I-V
Progresión de acordes I-IV-vi-V
Cómo escribir y tocar progresiones de acordes comunes
Una excelente manera de practicar progresiones de acordes comunes es tocarlas en distintas tonalidades. Aquí tienes una guía paso a paso sobre cómo hacerlo:
- Elige una de las progresiones anteriores o escribe tu propia progresión en notación de números romanos. Si lo deseas, usa la hoja de trucos de antes para escribirla tú mismo.
- Elige una tonalidad y escribe los acordes correspondientes.
- Toca la progresión con la digitación que prefieras. No dudes en repasar los consejos para tocar progresiones de acordes.
- Vuelve al paso 2 para practicar la misma progresión en una tonalidad distinta, o regresa al paso 1 para probar una progresión diferente.
Cómo leer y comprender los símbolos de los acordes
Hasta ahora nos hemos centrado en la lectura de números romanos, pero dediquemos un momento a comprender mejor cómo leer los símbolos de los acordes. Éste es, por lejos, el más fácil y sencillo de los dos.
Cuando leas los símbolos de los acordes, presta atención a las siguientes características:
- Todos los acordes empiezan con el nombre de la tónica o fundamental de la tríada. Por ejemplo, Sol representa el acorde de Sol mayor, Fa el acorde de Fa mayor, y así sucesivamente.
- Los acordes menores tienen una «m» minúscula después del nombre del acorde. Por ejemplo, Gm representa el acorde G menor, C#m representa el acorde C# menor, etc.
- Los acordes mayores pueden anotarse opcionalmente con una M mayúscula después del nombre de la nota. Por ejemplo, Sol mayor podría anotarse como Sol o GM.
- Algunos símbolos de acorde pueden tener números al final. Estos números se refieren a notas añadidas o extensiones.
Por ejemplo, G7 representa un acorde de G mayor séptima, Fm7 representa un acorde de F menor séptima, y así sucesivamente.
Por ejemplo, esta progresión en la canción «Cura el mundo» de Michael Jackson, disponible como lección en la aplicación Skoove:
Progresión de acordes I-ii-iii-ii
Progresiones de acordes populares
No todas las progresiones de acordes son iguales: algunas son más omnipresentes que otras, y no sólo aparecen más a menudo en la música, sino que a veces pueden estar fuertemente asociadas a estilos o géneros musicales populares específicos, como la música rock.
Veamos algunas de ellas.
ii-V-I
Aunque esta progresión se utiliza mucho en muchos tipos de música, se asocia más comúnmente con la armonía del jazz. Prueba a tocarla en estas dos versiones y comprueba si te recuerda a alguna canción:
Progresión de acordes ii-V-I
Progresión de acordes ii7-V7-I7
Blues de 12 compases
El blues de 12 compases es otra progresión, quizás aún más reconocible. Esta progresión fue especialmente popular en los años 50, pero sigue apareciendo en todos los estilos musicales. Algunas de las muchas canciones conocidas que utilizan este patrón son: «Rock and Roll Music» de The Beatles, «Still Haven’t Found What I’m Looking For» de U2 y «Hound Dog» de Elvis Presley. Siéntete libre de tocarlo tú mismo:
Progresión de acordes de blues de 12 compases
I-V-vi-IV
Esta progresión también aparece en muchas canciones, incluyendo éxitos de la música pop como la canción «Clean» de Taylor Swift o «Cryin» de Aerosmith . Pruébalo y mira si te recuerda otras canciones pop.
Progresión de acordes I-V-vi-IV
I-vi-IV-V
También conocida como la progresión de los ’50, esta progresión de acordes la utiliza Elton John en «Crocodile Rock», así como Avril Lavigne en «Complicated» ¡Pruébala tú mismo!
Progresión de acordes I-vi-IV-V
I-bVII-IV-I
Esta progresión es la más común de el Rock Clásico. A diferencia de las progresiones anteriores, ésta tiene lo que llamamos un acorde «prestado». Esto significa simplemente que, aunque se trata de una progresión en tonalidad mayor, encontramos el acorde bVII, que está siendo «prestado» de la tonalidad menor. Algunos ejemplos populares de esto son la sección final de «Hey Jude» de The Beatles, o la estrofa de Sweet Child O’ Mine» de Guns N’ Roses «.
Progresión de acordes I-bVII-IV-I
El Canon de Pachelbel
Aunque esta progresión se asocia a veces con la obra de Johann Pachelbel «Canon en Re», también, es una de las progresiones de acordes más comunes en la música popular. Algunos ejemplos relativamente recientes son la canción de Maroon 5 «Recuerdos», «Sácame de aquí que me muero» de Belle and Sebastian . Si te apetece un poco de comedia musical, no dejes de ver esta antigua y viral crítica sobre el Canon de Pachelbel:
Progresiones de acordes de piano alegres
Las progresiones de acordes pueden transmitir muchas características y asociaciones emocionales. Una de las progresiones más conocidas es la progresión I-vi-IV-V, caracterizada por su carácter alegre y optimista, que puede asociarse comúnmente con la felicidad.
Intenta tocarla en el piano:
Progresión de acordes «Feliz
Esta progresión está en todas partes en la música, desde los estilos doo-wop de los años ’50 hasta las melodías pop y rock contemporáneas. También se utiliza en la canción de Eric Idle «Mira siempre el lado bueno de la vida» que puedes aprender a través de la aplicación Skoove.
Progresiones de acordes tristes
El tipo de emoción que transmite una pieza musical es muy subjetivo y depende de muchos factores, como las experiencias de vida del oyente, su estado de ánimo, su cultura, etc. Esto es especialmente cierto cuando se intenta determinar qué hace que una progresión de acordes sea «triste».
Por ejemplo, aunque las tonalidades mayores tienden a asociarse con la felicidad y las menores con la tristeza, esto no es de ninguna manera absoluto. Un claro ejemplo de ello es la canción de Radiohead «Sin sorpresas»; una canción bastante deprimente escrita en tonalidad mayor.
He aquí la progresión de la estrofa:
Progresión de acordes de Radiohead Sin sorpresas
Progresiones como ésta nos devuelven al punto inicial del artículo: ¡La música es cuestión de contexto! En este caso, el tempo lento, la letra sombría y el carácter de canción de cuna de la canción subvierten la suposición habitual de «tonalidad mayor es igual a feliz».
Reflexiones finales sobre las progresiones de acordes
En este artículo hemos visto diferentes progresiones de acordes, qué son, cómo funcionan y consejos útiles para escribirlas, leerlas y tocarlas al piano. Aunque sin duda es un tema difícil de entender, ¡saber escribir progresiones de acordes es una habilidad muy gratificante!
Ahora que has llegado hasta aquí, todo lo que necesitas saber es adquirir el hábito de practicarlas incorporando tus progresiones de acordes favoritas a tu rutina. Una vez que te sientas más cómodo, intenta abrirte camino a través de las Curso de acordes y escalas. Esto te ayudará a ampliar tu conocimiento musical y te enseñará otras progresiones de acordes comunes. Sé creativo con ellas y adquiere las habilidades para acompañar cientos de canciones. ¡Feliz práctica y hasta la próxima!»
Autor de esta entrada de blog:
Actualmente reside en Medellín (Colombia), donde es profesor de Teoría de la Música en la Universidad EAFIT.
Publicado por Lidya Ogn del equipo Skoove
